octubre 6, 2020

EL TRABAJO PROFUNDO Reglas para mantener el enfoque en un mundo disperso

¨ Que tu mente funcione como una lupa, gracias a los rayos convergentes de tu atención, que tu mente tienda hacia aquello que ha escogido como una idea dominante y absorbente¨

 Carl Newport

¿Qué tienen en común personas como Bill Gates, Karl G. Jung y Wolfgang Amadeus Mozart? Desde luego que las 3 personas son personajes sobresalientes en distintos campos del que hacer humano, por ejemplo: Bill Gates es un gran empresario que ha revolucionado la industria de las computadoras, Karl G. Jung fue uno de los psicólogos más revolucionarios de la historia al crear teorías sobre el inconsciente colectivo y la interpretación de los sueños, y Mozart sin duda ha sido uno de los más grandes genios de la música, pero lo que los 3 tienen en común es que han practicado una forma de trabajo llamada ¨trabajo profundo¨ que es un tipo de trabajo que se lleva a cabo en un estado de concentración en el que las capacidades cognitivas lleguen al máximo del potencial.

TRABAJO PROFUNDO VS. TRABAJO SUPERFICIAL.

El escritor Carl Newport en su libro ¨Enfócate¨ (2017) menciona que hay 2 formas de trabajar:

1.- El trabajo superficial que es aquel en donde estas bombardeado por muchos estímulos y tienes que tomar decisiones rápidas y poco profundas. Por ejemplo, una persona que trabaja en una empresa y está en una junta de trabajo, pero al mismo tiempo está contestando whatsapp y al mismo tiempo revisa sus redes sociales es alguien que está ejecutando un trabajo superficial porque su mente se encuentra fragmentada al abarcar muchos temas, pero su nivel de concentración y de profundidad será prácticamente nulo.

2.- El trabajo profundo es una forma de trabajar libre de distracciones y estímulos en donde las personas lograr tener periodos de alta concentración y desarrollan al máximo sus capacidades mentales. Por ejemplo, Bill Gates tiene una práctica que realiza cada 6 meses que se llama ¨Think Week¨ en donde se aísla en una cabaña para concentrarse en leer y pensar. Karl G. Jung construyó una torre de piedra en un bosque cerca de un río en Suiza en donde se ponía a escribir y Mozart que era capaz de enfocarse por horas en la creación de sus grandes obras.

Desafortunadamente, las tendencias actuales en el mundo del trabajo favorecen mucho más el trabajo superficial y disminuyen cada vez más el del trabajo profundo. Por ejemplo, hoy empresas tecnológicas en su creencia de que entre más conectados estén los colaboradores mejor; han diseñado sus oficinas para favorecer los encuentros fortuitos entre las personas para que platiquen mucho entre ellos y tengan que verse constantemente, además de que se favorecen las juntas frecuentes y la necesidad a respuestas inmediatas a mensajes y peticiones, haciendo que las personas que trabajan en estas empresas pierdan la capacidad de poder concentrarse realmente.

¿POR QUÉ ES BUENO RETOMAR EL TRABAJO PROFUNDO?

1.- Porque cuando estamos concentrados y enfocados logramos estar en un estado denominado ¨ESTADO FLOW¨ en donde llegamos a fundirnos con las actividades que realizamos y obtenemos una sensación de disfrute. Cuando tu mente está ociosa es un taller del diablo pues cuando pierdes la concentración tu mente tiende a fijarse en todas aquellas cosas negativas del mundo y de tu vida y te vuelves una persona más negativa.

2.- Porque cuando estamos concentrados logramos generar mayor sentido y compromiso con nuestro trabajo. Como los antiguos artesanos fabricantes de violines o algún otro instrumento que eran capaces de detalladamente pulir y perfeccionar con atención y paciencia cada parte del instrumento debido a que encontraban un gran sentido en lo que hacían.  

3.- Porque para producir un nivel superior de desempeño necesitamos de periodos prolongados de concentración pues sólo así podremos desarrollar nuestras habilidades al máximo.

IDEAS PRÁCTICAS PARA PODER IMPLEMENTAR UN TRABAJO PROFUNDO.

1.- Establecer metas claras te hace estar enfocado.

Un principio clave para poder lograr tener un trabajo profundo es el establecer metas pues al hacerlo automáticamente tu percepción empieza a filtrar todo aquello que te acerca a tu meta y te permite enfocarte más. Recuerda que cuanto más queremos abarcar menos logramos hacer, así que la clave es tener menos metas pero que las metas sean más importantes.

2.- Para lograr tener trabajo profundo es vital aprender a descansar y desconectarse.

Hay que reservar tiempo para la relajación que es la que permite la “restauración de la atención”. Es una forma de evitar la “fatiga de la atención”. Charlar con amigos, jugar con los hijos, salir a correr, estar en la naturaleza, etc. Es muy importante aprender a tomar días libres en donde nuestra mente se enfoque en otras cosas aparte del trabajo, recuerda que el cuerpo descansa con el reposo y la mente con el cambio de enfoque.

3.- Aprende a luchar contra la adicción de la distracción.

Por ejemplo, si en cada momento de aburrimiento (por ejemplo, si estamos en una cola o esperando en un restaurante), acudimos a la estrategia de mirar el celular, entonces lo más probable es que tu cerebro ya esté cableado para la distracción, y la seguirá buscando afanosamente.Este comportamiento, es peligroso porque debilita la capacidad general de nuestra mente de resistirse ante la distracción y de concentrarse ya que cada vez que revisamos un estímulo en el teléfono nos habituamos a estar distraídos y a estar cambiando constantemente de foco de tal forma que el trabajo profundo se hace difícil.

4.- Crea rutinas para tener episodios de trabajo profundo.

La clave para desarrollar un hábito de trabajo profundo es crear rutinas y rituales en la vida profesional para: conseguir un estado de concentración ininterrumpida y reducir drásticamente las obligaciones superficiales, sin sentir remordimiento. Para lograr eso se invita a realizar retiros temporales, en sitios aislados, que funcionen como “cortafuegos” del ruido exterior (estos “retiros” pueden ser de un día, la cosa es alejarse para recuperar la atención) y reservar horas específicas, en determinados días de la semana, de forma sistemática y regular, para el trabajo profundo y crear rituales que te ayuden a entrar rápido en modo de trabajo profundo.

5.- Mide tu progreso y crea espacios de rendición de cuentas.

Lleva un indicador de cuántas horas le dedicas al trabajo profundo a la semana y busca mejorar el número cada semana, establecer indicadores hace que nos concentremos de lleno en el objetivo y mantener el compromiso contigo mismo con revisiones semanales de tu progreso.

La idea central del trabajo profundo es que la capacidad para concentrarnos profundamente es una destreza que debe entrenarse, pues concentrarse es difícil, así que es necesario invertir muchas horas de práctica “para fortalecer el músculo mental” pero que el resultado de lograrlo será una vida más feliz, plena y un desempeño extraordinario.

Espero que estas ideas te hayan sido de utilidad, si quieres saber más de los programas para empresarios exitosos, talentosos y auto- motivados de Innovarte visita nuestra página web: www.innovarte.mx

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Alejandro Valdés

Especialista en crecimiento de dueños de negocio

alejandro.valdes@innovarte.mx

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