"No somos producto de nuestras circunstancias; somos producto de nuestras decisiones."
Steven Covey
Fundamentalmente, el mundo es incierto, y las decisiones tratan sobre el futuro y nuestro lugar en él cuando el mundo cambia. Las decisiones acertadas nos ayudan a estar donde queremos en el futuro, mientras que las decisiones equivocadas nos alejan de nuestros sueños y anhelos.
Cada decisión que tomamos implica cortar opciones y seleccionar la que consideramos mejor en ese momento. Toda decisión tiene consecuencias: abre posibilidades relacionadas con lo elegido y cierra opciones relacionadas con lo no seleccionado.
En los momentos de decisión, nuestro destino se forja. Tanto en la vida como en los negocios, la clave para ser felices, productivos y plenos radica en tomar decisiones precisas y adecuadas que nos acerquen a nuestros deseos más preciados. El éxito en la vida se construye con todas las decisiones acertadas que tomamos.
Recientemente, leí el libro “Las grandes decisiones de negocios de todos los tiempos” (2012) de Verne Harnish y reflexioné mucho sobre el impacto que tienen las decisiones en nuestras vidas, trabajos y en el destino del mundo. Me gustaría compartir lo que aprendí sobre algunas de las mejores elecciones que grandes empresas han hecho, marcando positivamente el rumbo de los negocios en la historia. Mi intención es que podamos aprender de estos factores y tomar mejores decisiones en nuestros propios negocios para crecer.
Aquí te comparto las cinco mejores decisiones de negocios que, desde mi punto de vista, más han impactado positivamente al mundo de los negocios:
1. Traer de vuelta a Steve Jobs a Apple
Apple fue pionera en el ámbito de las computadoras personales. Durante casi 20 años, fue una de las empresas más exitosas del ramo gracias a las grandes innovaciones de su líder principal, Steve Jobs. Sin embargo, en 1996, Apple perdió 816 millones de dólares. Ante esta crisis, el CEO Gil Amelio convenció a la junta de que Apple necesitaba adquirir una compañía de software para renovar su sistema operativo. La empresa compró NeXT, cuyo fundador no era otro que Steve Jobs, quien había sido expulsado de Apple en 1986.
De regreso en la empresa, Jobs retomó el control y transformó a Apple en la compañía más valiosa del planeta, revolucionando la tecnología con innovaciones como el iPod, iMac, iPad e iPhone.
Esta decisión demuestra cómo un liderazgo alineado con la cultura de una empresa puede lograr cosas impresionantes. Antes de Jobs, Apple estaba al borde de la bancarrota. Su retorno no solo revitalizó a la empresa, sino que también nos inspiró con una mentalidad de innovación, orgullo y pasión.
2. La globalización cultural de Samsung
Samsung es un gran ejemplo de pensar global y actuar local. En 1993, Lee Kun-Hee, CEO de Samsung, percibió que la cultura interna de la empresa era demasiado introspectiva y que no había logrado abrirse al mercado global. Así que creó un programa en el que envió a jóvenes empleados a distintos rincones del mundo, no para trabajar, sino para sumergirse en las culturas locales, aprender el idioma y construir redes.
El programa consistía en un año sabático pagado. El objetivo principal era aprender el espíritu de diversas culturas para diseñar estrategias que impulsaran el crecimiento en los mercados globales. Este enfoque transformó a Samsung, convirtiéndola en una de las 20 marcas más valiosas del mundo, cuyos productos compiten directamente con Apple.
3. La catedral de aprendizaje de General Electric
En 1991, Jack Welch, al asumir como CEO de General Electric, tomó una decisión controversial: despidió al 25 % de los empleados y destinó 50 millones de dólares a la creación de un centro de aprendizaje en Crotonville. Este espacio, pionero en su tipo, marcó la pauta para muchas empresas que luego desarrollaron sus propias universidades corporativas.
Welch utilizaba este centro para enseñar a sus empleados la visión y valores corporativos, reforzando el compromiso colectivo. El resultado fue extraordinario: GE se convirtió en un semillero de grandes líderes empresariales. Incluso Steve Jobs intentó emular esta iniciativa al final de su vida.
4. La resiliencia de Toyota y su calidad total
En 1961, Toyota se retiró del mercado estadounidense después de que su modelo Toyopet Sedan, costoso y de baja calidad, fracasara. Cinco años después, regresó con el modelo Corona, diseñado específicamente para los estadounidenses, con una excelente relación calidad-precio. Fue un éxito.
Toyota adoptó el enfoque del Dr. Deming sobre calidad, mejorando sus procesos de fabricación. Esta filosofía convirtió a Toyota en la segunda empresa automotriz más grande del mundo y en un modelo de sostenibilidad.
5. Henry Ford duplica el salario de sus empleados
En 1914, Henry Ford revolucionó el mercado laboral al duplicar los sueldos de sus empleados de 2.45 a 5 dólares diarios. Contrario al paradigma dominante de pagar lo menos posible, Ford veía a sus empleados como una inversión. Gracias a este aumento, sus trabajadores podían adquirir los mismos productos que producían, activando la economía.
La productividad en Ford aumentó un 70 % y la rotación laboral disminuyó drásticamente. Esta decisión marcó un cambio de paradigma: la prosperidad económica se genera cuando las personas tienen poder adquisitivo.
Ford decía:
"Mientras viva, quiero pagar lo mejor posible a mis empleados. Si trabajan un día completo, merecen ser recompensados. Cada persona debe tener derecho a una casa, tierra y un automóvil."
Reflexión final:
Estas decisiones empresariales nos enseñan que el liderazgo, la calidad, la visión global y el respeto por los trabajadores son factores clave para alcanzar el éxito en los negocios y en la vida.
Espero que estas ideas te hayan sido de utilidad, si quieres expandir mucho de los descubrimientos vistos en este artículo te invito a nuestro programa Expansión 10x en donde ayudamos a emprendedores talentosos, exitosos y motivados a crecer en su vida y su negocio.
Vive intensamente
Alejandro Valdés
