¨La visión sin ejecución es alucinación¨
Henry Ford
Muchas personas tienen problemas para hacer realidad sus mayores anhelos, de hecho, es común que las personas renuncien a sus sueños a una edad muy temprana porque el torbellino de la vida con sus frustraciones les ha quitado el hábito de proyectarse hacia el futuro en su imaginación y visualizar lo que desean.
Sin embargo, este no debería ser el caso porque para poder vivir una vida plena y satisfactoria el aspecto del logro y el crecimiento es fundamental. A lo largo de mi experiencia he tenido muchos fracasos y también algunos logros y me he dado cuenta de que siempre que he alcanzado mis objetivos se debe a que use e implemente la siguiente formula que te quiero compartir.
LA FÓRMULA PARA CONVERTIR TUS SUEÑOS EN REALIDAD
1.- SUEÑOS/ANHELOS
Antes de que algo pueda convertirse en realidad, primero comienza como un sueño o un anhelo. Tony Robbins menciona que lo visible siempre emana de lo invisible, es decir de tu propia mente, que es donde inicia la semilla de tus mayores anhelos.
Tus sueños se deben de convertir en metas que eventualmente se convierten en acciones sobre las que puedas ejecutar todos los días. Sin embargo, nuestra mente está tan activa que, puede ser común que nos olvidemos de algunos de los sueños que tenemos. Tómate el tiempo para crear un diario de sueños y anotar físicamente todos los sueños y deseos. Cuando escribes tus sueños, comienza el proceso de llevarlos a la realidad y te da claridad de lo que realmente quieres. Estos sueños pueden ser más como dominar una habilidad, viajar o mejorar un aspecto de ti mismo. Recuerda que ningún sueño es demasiado grande.
2.- METAS
La segunda parte de la fórmula es convertir tus sueños en metas. Cuando se trata de nuestros sueños, puede ser difícil saber el camino que debemos tomar para alcanzarlos, pero con la creación de objetivos, ese camino se vuelve mucho más claro. Es importante utilizar los objetivos SMART para asegurarse de que los objetivos sean específicos y alcanzables dentro de su marco de tiempo.
Cuando estableces metas, obtienes dirección y sentido.
3.- PLANES.
Tomar cualquier acción sin un plan es exponerse al fracaso. La planificación brinda claridad sobre las acciones en las que debemos enfocarnos para que estemos usando nuestro tiempo de manera eficiente. Crea un plan diario para ti y sé específico en todas las tareas que necesitas para lograr ese día. Tu plan diario debe tener un objetivo en mente de mejorar cada día.
4.- ACCIONES.
La parte final de la fórmula es tomar acción. Una vez que conoces tu plan, finalmente es hora de ponerlo en ejecución. Si fallas durante la fase de ejecución cometes errores, considéralo como una nueva oportunidad para aprender. Después de aprender de tus errores, ajusta el plan y vuelva a intentarlo. No dejes que los fracasos o el miedo te impidan alcanzar tus objetivos. Llegaste hasta aquí desarrollando el plan y adquiriendo el conocimiento necesario, así que sigue trabajando para alcanzar tus sueños.
5.- RESULTADOS.
Al implementar esta fórmula del éxito en tu rutina de trabajar por los sueños, notarás que tendrás una mayor sensación de claridad, enfoque y satisfacción.
¡Por tu libertad empresarial!
Alejandro Valdés
Especialista en crecimiento de dueños de negocio Alejandro.valdes@innovarte.mx