"Hay 1000 excusas para el fracaso pero nunca 1 buena razón" - Mark Twain
¿Por qué hay personas más exitosas que otras? ¿Por qué hay gente que hace más dinero, viven vidas más felices, tienen relaciones interpersonales satisfactorias y logran más cosas que la mayoría?, ¿Cuál es el punto que marca la diferencia en la calidad de vida de los seres humanos?
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos deseado mejorar nuestras vidas: Ganar más dinero, tener una relación de pareja que nos inspire, trabajar en algo que verdadera nos apasione o estar en forma y sentirnos con fuerza y vitalidad, sin embargo la realidad es que el 80% de las personas tomó la decisión en un punto en su vida de irse a vivir a un lugar mental regido por la filosofía “Algún día…”
Las personas con esa filosofía dicen: “Algún día voy a leer ese libro, algún día voy a empezar el programa de ejercicio, algún día mejoraré mis habilidades, algún día ganaré más dinero, algún día tendré la relación que verdaderamente deseo, algún día voy a alcanzar mis metas, algún día… algún día…” Y ese día nunca llega. Estas personas sueñan y piensan lo que será su futuro ideal algún día y se relacionan con más personas que también viven bajo la misma filosofía y así se la pasan hablando de las ideas principales de esta forma de ver la vida que son las excusas.
Todas las personas de ese lugar dan excusas del por qué no pueden lograr lo que desean: “La economía está muy difícil, no tuve la educación adecuada, no hay oportunidades, no estoy listo(a), etc...” Y al decir esto se sienten mejor de tener la justificación perfecta del por qué están como están.
Hace algunos años estuve adoctrinado por esta filosofía y las excusas y los sueños sin realizarse eran mi común denominador, hasta que estudiando un Curso de Desarrollo Personal capté un principio fundamental llamado: “La ley de causa y efecto”, el cual dice que por cada efecto hay una causa, en otras palabras, cada quien siembra lo que cosecha, cada persona es causa en su vida y que lo que yo no hiciera por mi vida, nadie más lo va a hacer. Esto me impactó profundamente y decidí ponerme en el volante de mi vida y desde entonces mi vida ha mejorado en muchos aspectos.
Te comparto algunas ideas para salir de esta filosofía, salir de las tribunas y entrar a la cancha de tu vida, donde se juega el partido más importante.
- La primera regla es comprométete y toma acción hacia tus metas, quema los botes y no te permitas tener más excusas, recuerda que en la vida o tienes excusas o tienes resultados.
- Deja de usar la palabra “tratar”, elimínala de tu vocabulario, solo existe el hacer o no hacer.
- Pregúntate: ¿Hay alguien en la vida que tenía la misma excusa que yo y aun así ha tenido éxito? Si es así tu excusa no es válida, así que suéltala.
- Escribe tus metas y las cosas que quieras lograr en tu vida, el hecho de escribirlas hace que te comprometas más.
- Cumple con tus acuerdos y honra tu palabra, cada vez que no lo haces tú auto-confianza disminuye. Recuerda que puedes engañar a otros pero nunca a ti mismo(a).
- Enfoca toda la energía que usabas para mantener tus excusas en tus objetivos y verás los resultados.
- Repítete constantemente la frase “Yo soy responsable, yo soy el arquitecto de mi propio destino, soy el capitán de mi alma”.
Hellen Keller decía: "La vida o es una atrevida aventura o no es nada", y así es, vale más arriesgarse y perseguir lo que deseas, que arrepentirse y al final no haberlo intentado. La vida te da en la medida que tú te entregas a la vida, aprovecha esta gran oportunidad llamada VIDA y haz algo digno y hermoso de ella, es tu propia creación.
Alejandro Valdés Peña