julio 15, 2024

LA ESTRATEGIA ES DICTATORIAL Y LA EJECUCIÓN ES DEMOCRÁTICA.

En el mundo de los negocios, la línea entre el éxito y el fracaso puede ser muy delgada. Las empresas exitosas no solo dependen de la calidad de sus productos o servicios, sino también de la claridad y la eficacia de su estrategia y ejecución. En este sentido, la frase "la estrategia es dictatorial y la ejecución es democrática" encapsula una verdad fundamental sobre cómo las organizaciones deben operar para alcanzar sus objetivos. Este enfoque se basa en la idea de que la estrategia requiere una visión clara y decidida por parte del fundador o CEO, mientras que la ejecución debe involucrar y empoderar a los ejecutivos y empleados para que implementen esa estrategia de manera efectiva. 

1.- La Estrategia: Detonando las oportunidades. 

La estrategia de una empresa es la brújula que guía todas sus acciones y decisiones. Es la visión a largo plazo que define hacia dónde se dirige la empresa y cómo planea llegar allí. Esta visión estratégica debe ser clara y decidida, y es aquí donde el papel del fundador o CEO es crucial. Los líderes empresariales exitosos tienen la capacidad de detectar oportunidades en el mercado, anticipar tendencias y definir un camino que diferencie a su empresa de la competencia. 

La estrategia es dictatorial porque requiere de la visión del director general únicamente que es capaz de marcar el rumbo y dirección de la empresa. 

Las habilidades que se requieren para poder hacerlo son: 

  • Intuición y detección de oportunidades en el mercado basadas en muchos años de experimentación y conocimiento del mercado. 
  • Espíritu caótico y creativo ¨de perseguir liebres¨ (oportunidades) que solo ellos ven y convertirlo en un negocio rentable. 

El Rol del Fundador o CEO 

El fundador o CEO es la figura que posee la visión global del negocio. Según el Harvard Business Review, una de las responsabilidades más importantes de un CEO es desarrollar una estrategia que establezca un rumbo claro para la organización (Charan, 2017). Esta visión estratégica no debe ser el resultado de un proceso democrático, ya que puede diluirse en demasiadas opiniones y perspectivas. En su lugar, debe ser el reflejo del pensamiento y la experiencia del líder, quien tiene la responsabilidad de tomar decisiones audaces y decisivas. 

2.- La ejecución: La alineación de los esfuerzos y talentos. 

Una vez que se ha establecido una estrategia clara, el enfoque debe cambiar hacia la ejecución. Aquí es donde la democracia juega un papel crucial. La ejecución exitosa de una estrategia requiere la participación activa y el compromiso de todos los niveles de la organización. Los líderes deben ser capaces de motivar e inspirar a sus ejecutivos y empleados para que tomen las acciones necesarias para implementar la estrategia y alcanzar los objetivos establecidos. 

Las habilidades que se requieren para poder hacerlo son: 

  • Empoderar a los ejecutivos significa darles la autonomía y los recursos necesarios para tomar decisiones y ejecutar la estrategia en sus respectivas áreas. Según McKinsey & Company, las empresas que empoderan a sus empleados y fomentan una cultura de toma de decisiones descentralizada tienden a ser más ágiles y exitosas en la ejecución de sus estrategias (Gulati, 2017). 
  • La ejecución democrática también implica crear una cultura de colaboración y trabajo en equipo. Los líderes deben fomentar un entorno donde las ideas y sugerencias de todos los niveles sean bienvenidas y consideradas. Esto no solo mejora la calidad de las decisiones, sino que también aumenta el compromiso y la motivación de los empleados. Según un estudio de Deloitte, las organizaciones con una cultura colaborativa tienen un 12% más de probabilidades de superar a sus competidores en términos de rentabilidad y crecimiento (Bersin, 2017). 

En resumen, la frase "la estrategia es dictatorial y la ejecución es democrática" destaca la importancia de un enfoque dual en la gestión empresarial. La estrategia debe ser desarrollada con una visión clara y decidida por el fundador o CEO, quien tiene la capacidad de detectar oportunidades y establecer un rumbo claro para la organización. Por otro lado, la ejecución debe ser democrática, involucrando y empoderando a los ejecutivos y empleados para que implementen la estrategia de manera efectiva. Este equilibrio entre una dirección clara y una ejecución colaborativa es lo que permite a las empresas alcanzar sus objetivos y mantenerse competitivas en el mercado. 

¡Por tu libertad empresarial! 

Alejandro Valdés Peña 

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