octubre 14, 2019

EL SUBSIDIO DE HABILIDADES: La causa por la que los colaboradores le delegan al dueño del negocio.

Un síntoma de que tu empresa está funcionando erróneamente
es cuando tú, como Director General, le estás haciendo el trabajo a tus colaboradores.

Un síntoma muy común en las empresas MIPYMES es que los dueños del negocio se la pasan atrapados en la operación, cargando con un sinfín de responsabilidades y tareas, afectando así su calidad de vida.

Una de las causas más importantes de esta situación es el llamado subsidio de habilidades, que se da cuando el dueño o Director General le hace el trabajo a sus colaboradores. Es común escuchar casos en los que un colaborador va con el dueño, le platica una problemática dentro de la empresa y el Director General, al escuchar el reto, saca su capa de Superman e inicia a resolver el problema y tomar decisiones. El problema se agrava cuando esto pasa no solo con 1, sino con 2, 3 o hasta 5 colaboradores a los que se les subsidian sus habilidades, pues el dueño se la pasa resolviéndoles sus problemas.

LAS CONSECUENCIAS DEL SUBSIDIO DE HABILIDADES

1.- El dueño se la pasa clavado en la operación en un estado de urgencia permanente.
Sientes que todo urge y que no te da tiempo para nada, pues te la pasas apagando todos los fuegos dentro de la empresa.

2.- Estrés constante.
Te sientes sobrecargado de temas y retos, pues además de tener que resolver tus propios problemas, tienes que asumir las responsabilidades de tus colaboradores. Normalmente, cuando tú como dueño estás estresado, también estresas a tu equipo.

3.- Visión a corto plazo.
El Director General y, por lo tanto, la empresa están enfocados en resolver los retos del presente, y sus objetivos se centran solo en el corto plazo. Esto impide dedicar tiempo al pensamiento estratégico y a la visión a largo plazo, tan necesarios para lograr el crecimiento de un negocio.

LAS CAUSAS DEL SUBSIDIO DE HABILIDADES

Las causas que generan esta situación tan negativa en una empresa son varias; aquí te comparto las principales:

1.- No poner a las personas correctas en el puesto correcto.
Muchos empresarios cometen el error de colocar a personas en puestos clave sin que tengan las habilidades necesarias. Esto obliga a apoyar en exceso al colaborador para que pueda sacar su trabajo, lo cual genera un enorme desgaste para el Director General. Muchas veces un colaborador es muy bueno en un puesto, y se le quiere promover, pero el nuevo puesto excede sus capacidades, causando un hueco que normalmente tiene que llenar el mismo dueño.

2.- Confundir la confianza con la competencia.
El paternalismo está muy arraigado en nuestra cultura mexicana y se refleja en muchas empresas, donde el Director General suele sobreproteger a sus colaboradores y genera cierto apego hacia ellos. Cuando sucede esto, se tiende a subir a las personas a puestos importantes porque confiamos en ellas como “buenas personas”, pero dejamos de lado la evaluación real de sus competencias, generando así el subsidio de la habilidad requerida para el puesto.

3.- La tendencia al Micromanagement del Director.
El Micromanagement es una forma de gestión que ejerce un control excesivo sobre los miembros del equipo, prestando demasiada atención a los detalles de su trabajo. Esto a veces se debe a una necesidad adictiva del Director General de controlar y hacer todo en el negocio, lo cual causa que sus colaboradores no hagan su trabajo.

¿CÓMO EVITAMOS EL SUBSIDIO DE HABILIDADES PARA CREAR UNA EMPRESA QUE TE LIBERE?

1.- Canaliza el problema al área correspondiente y evita la tentación de resolver lo que no te corresponde como dueño/a del negocio.
El rol del Director General es hacer crecer su empresa, no operarla. La mayor parte de su enfoque debería estar en la creación de la visión y la estrategia que generarán el crecimiento futuro. Si tus colaboradores te saturan con tareas que corresponden a su puesto, regresa el reto y hazles preguntas para que ellos mismos encuentren las respuestas y soluciones.

2.- Evalúa realmente el nivel de competencia de tus colaboradores y ponlos en el lugar correcto.
Observa a tu equipo, califícalos según su nivel actual de competencia y revisa si el puesto corresponde a ese nivel. Al hacer esto, es probable que encuentres a personas que no están en el lugar correcto, pero recuerda que una de tus funciones principales es poner a las personas adecuadas en el puesto adecuado.

3.- Bloquea tu agenda para dedicarte a temas estratégicos.
Evita tener una política de puertas abiertas en la que cualquiera pueda acercarse a ti en cualquier momento, pues esto impulsa a tus colaboradores a delegarte sus responsabilidades e inhibe tu capacidad de avanzar en tus propios proyectos. Si algún colaborador quiere revisar un tema contigo, indícale en qué horarios puede hacerlo, siempre y cuando no interfiera con tus prioridades estratégicas.

Espero que estas ideas te hayan sido de utilidad.
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Alejandro Valdés
Especialista en crecimiento de dueños de negocio
📩 Alejandro.valdes@wpbrclientes.com

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