Es muy fácil perderte en el camino cuando emprendes. Erróneamente creemos que basta con decidirse soñar una empresa creciente y triunfante para hacerla realidad. En la mayoría de las ocasiones esta rapidez se traduce en pérdida de dinero y tiempo, dos valiosísimos recursos.
Si te has atrevido, pudiste constar que la paciencia, claridad y constancia son claves al momento de emprender. En el camino emprendedor no hay certeza y hay quienes afirman que es un “proceso incierto que implica más arte que ciencia” y así lo creo.
Dicho lo anterior, en los últimos días he reflexionado sobre el tema y me resultó importante contar con un mapa que, si bien no me dará certeza, me dará al menos la tranquilidad de saber que como muchos otros, estoy recorriendo un camino similar.
Así fue como encontré al profesor David A. Garvin, escritor, investigador y profesor de Harvard, quien configuró el proceso de emprender como te muestro a continuación:
Quise compartirte este enfoque y espero así apoyarte a clarificar tu propio momento emprendedor.
Como puedes ver se trata de cuatro actividades claves que a su vez se engloban en dos macro etapas que son:
- Pre lanzamiento o creación de la empresa y
- Post lanzamiento o implementación de la empresa
Mi experiencia es que la parte de la “Creación” de la empresa es la más emocionante pero ante tanto ánimo, coraje y osadía, es común que pasemos por alto analizar nuestro entorno. Así pues en la etapa de la creación, no debes olvidar:
Explorar
Esta etapa puede ser tan corta o larga como decidas, pues el tiempo para generar una idea varía entre personas y persona. Lo que sí te recomiendo, es explorar también en tu interior, pues es ahí donde se encuentra tu pasión y te permitirá tener una mentalidad a largo plazo. Un verdadero compromiso de vida que será un gran aliado para desarrollar tu empresa.
Dice Jesús M. Sotomayor que “la actividad de exploración se parece al diseño conceptual de una idea o proyecto, sin entrar tanto al detalle”, recuerda que en esta etapa la imaginación es la que manda. ¡Sal al mundo, observa e inspírate!
Validar
Es la continuación de la exploración pero con mucho mayor detalle. Los resultados son mucho más tangibles, ya sea un plan de negocio, un prototipo o aquellos primeros pasos que lo hacen sentir más real.
Es un buen momento para preguntar, para escuchar lo que otros tienen que decir acerca de tu idea y aprovechar aquello que va a mejorar tu producto o servicio. También me parece un buen momento para hacerte cuestionamiento de tu vocación, pues se trata de un punto de no retorno.
Recuerda que la dedicación que le des a esta etapa puede significar recursos bien destinados sin tirarlos o perderlos. Así que detalla bien tu plan de negocios, aterrízalo en un documento que tenga la claridad y responda a las preguntas “¿Qué, quién y cómo?”. ¿Listo?
Ahora sí viene el gran número, el lanzamiento de nuestra empresa. y con ello, el reto de crecer.
Crecer
Ahora que estás implementando, te darás cuenta que hay algunos detalles que nos consideraste en el inicio que quizá te hayan costado unos pesos, retrabajos, tiempos, clientes, etc. Se trata del momento de la verdad.
Tu rol es la dirección y requiere de tus habilidades de liderazgo y organización, pues frente a tí hay un equipo atento a escuchar tus indicaciones para mover el barco. En esta etapa, asegúrate de construir tu equipo y cerciórate que estén inspirados por tus valores y compartan tu pasión.
No dejes de escuchar tu entorno, incluso formaliza algún tipo de feedback mediante un mentor, un coach, un especialista, etc. que te permita tener la contención necesaria para que tu proyecto avance.
La ejecución es clave así que toma el tiempo de planear tus movimientos de manera estratégica, es decir, antes de lanzar cualquier iniciativa pregúntate “¿para qué?” y si esto suma a tu gran objetivo. No confundas esfuerzo con resultados.
Institucionalízar
El crecimiento trae consigo complejidad. En esta etapa, pudiste darte cuenta que cuanto más crecían al exterior, más recursos son demandados al interior. Unas veces sucede más rápido que lo esperado y nuestra capacidad se ve sobrepasada, así que es buen momento de poner las reglas claras.
Decisiones importantes se toman en esta etapa, pues es un gran momento para cuestionarse la continuidad del negocio, es decir si conviene cerrarlo, venderlo o reinventarlo.
Ya no es suficiente con preocuparse por el interior de la empresa, sino entra en juego todo el entorno; nuestros clientes, proveedores, accionistas, gobierno, alianzas, sindicatos, etc.
Evita caer en la burocracia pero conforma un institucionalización que te permita contribuir a la sociedad. Es momento de darse cuenta el impacto que tiene nuestra empresa en la comunidad y de usarlo como una bandera para hacer un cambio significativo.
Por último, la innovación es clave. Retoma con mayor fuerza tu espíritu emprendedor. Inventa nuevos productos, servicios o modelos que desafíen a tu industria.
Podría resumir entonces que mediante estas 4 etapas que están englobadas en estas dos macro fases, se vive un emprendimiento. Por supuesto, la teoría es mucho más sencilla que la práctica sin embargo, espero que hayas podido identificar tu momento emprendedor y que de alguna forma sepas que el camino está trazado y que si ya te decidiste, no queda más que emprender el camino.
Te recuerdo que en Innovarte estamos comprometidos porque las empresas puedan tener Claridad (en sus objetivos, estrategias y planes), Contribución (con un mundo mejor) y Conciencia (para con su comunidad). Así que si necesitas apoyo, escríbenos: info@wpbrclientes.com