julio 15, 2019

¿CUÁNDO MATAR UN PROYECTO?

"Una de las verdaderas pruebas de liderazgo es la capacidad de reconocer un problema antes de que se convierta en una emergencia".

Arnold Glasow

Todos los emprendedores hemos estado alguna vez trabajando en un proyecto que simplemente no va a ninguna parte, en donde se está perdiendo dinero y los plazos se están ampliando cada vez más.  Incluso a veces todos en la empresa saben que el proyecto debe de terminarse, pero nadie es lo suficientemente valiente como para hacerlo.

Recientemente estuve envuelto en una situación similar, fue un proyecto de más de 1 año en el que invertimos mucho dinero, tiempo y energía mental, pero después de una última revisión decidimos acabar con el proyecto y terminar con la agonía. Es por eso que me gustaría compartirte algunas ideas sobre cómo matar un proyecto que ya no necesitas tener dentro de tus prioridades.

Primero que nada es importante mencionar que admitir un fracaso no es algo fácil pues hemos invertido mucha planeación, inversión de recursos y compromiso y cuando vemos que el proyecto no se está concretando, normalmente sentimos 2 emociones negativas que nos detienen.

1.- CULPA.- Sentimos que no tuvimos la habilidad necesaria para llevar el proyecto a cabo.

2.- VERGÜENZA.- Sentimos que algo está mal con nosotros y que quizá no tengamos las capacidades necesarias para el éxito del proyecto.

Estas 2 emociones nos pueden detener y posponer el hecho de que debemos de parar el proyecto. La realidad es que se necesita de mucho VALOR y FORTALEZA para decir ¨esto no está funcionando¨ y decidir concluir con el proyecto. Normalmente ese rol es el del dueño de negocio que tiene la valentía suficiente para afrontar la realidad y discernir si el proyecto es estratégico o ya no lo es.

Admitir que nuestro proyecto ha fracasado es algo difícil pero al hacerlo obtenemos 2 cosas principalmente:

1.- Paramos la pérdida económica y emocional que el proyecto nos está trayendo y evitamos que el costo sea mucho mayor.

2.- Nos liberamos de una carga mental y emocional que demandaba de nuestra atención. Al eliminar el proyecto aligeramos nuestra carga y podemos enfocarnos mejormente en los proyectos que si son estratégicos.

Te quiero compartir 4 síntomas que desde nuestra experiencia significan que es momento de matar a un proyecto y avanzar hacia lo siguiente:

1.- FALTA DE PASIÓN EN EL PROYECTO.

No hay motivación ni energía de parte del equipo de trabajo para realizar el proyecto, esto significa que posiblemente no habrá el combustible necesario para llevarlo a su éxito.

2.- ALGO SIEMPRE FALTA PARA LLEGAR A LOS RESULTADOS DESEADOS.

Te das cuenta de que se trata de muchas maneras de llegar al objetivo del proyecto pero por alguna razón nunca se obtiene el cometido. Esto significa que por el momento no tienen aún EL CONOCIMIENTO necesario o las CAPACIDADES clave para poder completarlo. Te sugerimos mejor trabajar gradualmente en el desarrollo de estas capacidades para después volver a intentarlo.

3.- EL PROYECTO NO ESTÁ AGREGANDO VALOR.

Si el proyecto no es capaz de entregar valor es inservible. Es necesario siempre poder medir la retroalimentación de parte de los clientes o usuarios, si ellos no están dispuestos a pagar por el proyecto seguramente no podrás tener éxito con él. Entre más rápido puedas monitorear la respuesta que obtienes mejor, pues así puedes hacer las modificaciones necesarias o terminar con el proyecto lo más pronto posible y así ahorrar costos.

4.- EL COSTO ESTÁ FUERA DE CONTROL.

Nos estamos saliendo del presupuesto y el proyecto nos está haciendo gastar más de lo planeado y no vemos forma de recuperar la inversión.

Es muy válido poder parar un proyecto que nos está desviando de nuestros objetivos y el hacerlo nos permitimos empezar de nuevo de manera fresca y mejor.

Te sugiero que después de haber decidido matar un proyecto siempre hagas un proceso reflexivo para capturar los aprendizajes de la experiencia y así crecer en conciencia y capacidades. Puedes hacerte las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué si funcionó de este proyecto?
  2. ¿Qué no funcionó de este proyecto?
  3. Si volviera a empezar el proyecto de nuevo, ¿Qué haría diferentes?

Espero que estas ideas te hayan sido de utilidad, si quieres saber cómo crear una empresa auto-gestionada visita nuestra página web: www.innovarte.mx

¡En Innovarte te ayudamos a expandir tu libertad empresarial!

Alejandro Valdés

Especialista en crecimiento de dueños de negocio

Alejandro.valdes@wpbrclientes.com

barra blog