julio 7, 2025

Tu empresa ya tiene una cultura. La pregunta es: ¿te está ayudando o te está estorbando?

Muchos empresarios creen que la cultura es algo “blando”, secundario o decorativo.
Pero los que realmente logran escalar, delegar y construir empresas sostenibles saben una verdad poderosa:
La cultura es el sistema operativo de tu negocio.

Cuando está bien diseñada, todo fluye: el equipo toma mejores decisiones, hay menos fricción, más compromiso, y tú, como dueño, puedes enfocarte en crecer.
Cuando no está clara o está desalineada, todo te cuesta el doble.

¿Qué es la cultura empresarial (de verdad)?

No es un cartel con valores.
No es la misión pegada en la oficina.
Es lo que la gente hace, dice y decide todos los días, especialmente cuando tú no estás presente.

La cultura se construye con lo que premias, lo que toleras y lo que repites.

¿Cómo se expresa la cultura?

Hay una herramienta sencilla y poderosa para entenderla: las prácticas culturales.
Este modelo explica cómo los valores se traducen en acciones concretas y sostenidas a través de:

Rituales: comportamientos que se repiten con intención (por ejemplo, cómo celebran los logros o cómo hacen feedback).
Héroes: las personas o historias que se reconocen como ejemplos a seguir.
Símbolos: elementos visuales, frases, estilos de comunicación o espacios que refuerzan los valores.
Prácticas: lo que se hace en el día a día, que termina consolidando (o saboteando) la cultura.

Ejemplo real: Pixar y el poder de sus prácticas culturales

Pixar es uno de los estudios más exitosos del mundo.
Su diferenciador no es solo su creatividad, sino su cultura interna diseñada con precisión.

Uno de sus rituales más conocidos se llama Braintrust:
• Es una reunión entre directores y creativos donde se revisan proyectos en curso.
• Todos dan retroalimentación, sin importar jerarquías.
• Las críticas son honestas y directas, pero están enfocadas en mejorar el producto, no en atacar personas.

Este ritual refuerza valores como la humildad, la colaboración y la búsqueda de la excelencia.
Y lo mejor: se repite sistemáticamente. No depende de la voluntad de alguien; está instalado como práctica.

Gracias a esto, Pixar ha producido año tras año películas de altísima calidad, manteniendo la motivación y el compromiso interno.

¿Cómo puedes aplicar esto en tu negocio?

No necesitas ser Pixar ni tener cientos de empleados.
Lo importante es que tengas claridad e intención.

Aquí tienes tres pasos para empezar a trabajar con prácticas culturales:

1. Haz un mapeo cultural actual

Observa con lupa:
• ¿Qué se repite en tu empresa?
• ¿A quién se reconoce y por qué?
• ¿Qué rituales existen (aunque no los hayas diseñado)?
• ¿Qué frases, imágenes o estilos de trabajo predominan?

Esto te dará una lectura realista de tu cultura actual.

2. Alinea y depura

Elige con intención qué prácticas quieres mantener, cuáles necesitas modificar y cuáles eliminar.

Ejemplo:
Si en tu empresa se reconoce más al que se queda tarde que al que colabora bien, eso está instalando un valor de desgaste, no de trabajo inteligente.

3. Diseña nuevas prácticas alineadas a tu visión

Elige uno o dos valores clave y pregúntate:
• ¿Qué ritual podría reforzar este valor?
• ¿Qué historia podríamos contar para convertirlo en ejemplo?
• ¿Qué símbolo podríamos usar para recordarlo cada día?

Empieza simple, pero sé consistente.
La cultura no se impone: se construye por repetición y coherencia.

Beneficios de trabajar con prácticas culturales claras:

• Mayor alineación entre equipos
• Menos dependencia de ti como dueño
• Mejores decisiones en todos los niveles
• Mayor motivación y retención de talento
• Más libertad para ti y más solidez para tu negocio

¡Por tu libertad empresarial!
Alejandro Valdés
Especialista en profesionalización de negocios
📧 alejandro.valdes@innovarte.mx

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